domingo, 26 de octubre de 2014

Analisis Divina Comedia cap"12-22"

CANTO DÉCIMO SEGUNDO
Con céntricas y coordinadas en el tiempo del movimiento y del canto, cuya belleza y serenidad trasciende la experiencia humana, las dos ruedas de espíritus beatos evocan un arco iris doble. Al cabo del tiempo, el evento se detiene con la misma calma con la que comenzó.
De una de las ruedas surge una voz, que para responder al elogio que se ha hecho de san Francisco en el canto precedente por parte de un dominico, ahora se expresará en términos llenos de admiración a propósito de santo Domingo. Quien habla es san Buenaventura. Además de hacer un elogio de quien en tierra pudo ser percibido como adversario de su orden. San Buenaventura es en efecto el más célebre representante de la corriente agustinianamística del siglo XIII
Al igual que santo Tomás hace con los dominicos, san Buenaventura describe con severidad la situación de su orden, la de los franciscanos. Por un lado, en efecto, se encuentran Matteo d'Acquasparta y sus seguidores, que tienden a eludir la norma para tener una vida más fácil y relajada. Por el otro, se encuentranUbertino da Casale y quienes comparten sus ideas extremas, llevando el rigor a tal punto, que lo anteponen incluso al apostolado. Dichas por Buenaventura, las palabras de reproche suenan mucho más graves, pues este santo fue conocido por su compromiso con la orden y sus notables acciones.
 DÉCIMO  TERCERO

El poeta abre el canto con una comparación que demanda al lector la capacidad de reconstruir mentalmente una situación irreal, mediante la visión intelectual de un evento fantástico. Se le propone imaginar las quince estrelles de primer tamaño visibles en el cielo, que les sume la siete de la Osa Mayor y las dos más brillantes de la Osa Menor, y que a partir de las veinticuatro estrellas resultantes constituya dos nuevas constelaciones similares a la Corona de Ariana, similares y con sentidos de rotación contrarios.

DÉCIMO CUARTO

Tras las palabras de santo Tomás, Betariz exprime una duda de Dante que plantea la cuestión de si la luz que emana de los espíritus beatos es eterna, y si esta durará eternamente, planteando asimismo la cuestión de cómo harían sus órganos terrenales para resistir su intensidad.

DÉCIMO QUINTO

 Dante Alighieri se desarrolla en el cielo de Marte, donde se encuentran los espíritus sabios. Transcurre en la tarde del 13 de abril o del 30 de marzo de 1300.

DÉCIMO SEXTO

Dante entra al quinto cielo o de marte, en donde se encuentra con los Martires de la fe, que  son la vanagloria de la nobleza, cacciaguida y sus mayores, la antigua y la nueva población de Florencia.

DÉCIMO SÉPTIMO
Dante esta con  los dolores del entierro , sinsabores y las esperanzas de si mismo , con ese valor de la verdad.
El quinto cielo es el de Marte, dios de la guerra. En esta esfera residen las almas de los combatientes muertos por la fe. Aparecen como resplandores rojizos muy intensos que cantan, moviéndose de modo que su organización dispone una cruz griega en cuyo centro brilla Cristo, quien fue el primero en morir para dar fe a la humanidad.
Las inteligencias motrices de este cielo son las virtudes, que pertenecen a la segunda jerarquía de los ángeles.
Dante encuentra en esta esfera, en cuanto beatos, a las almas de Cacciaguida, Josué, Judas Macabeo,Carlomagno, Roldán, Rinoardo, Godofredo de Bouillón y Roberto Guiscardo.

DÉCIMO OCTAVO

 Dante Alighieri se desarrolla en el cielo de Marte y en el cielo de Júpiter, donde se encuentran respectivamente los espíritusguerreros y los justos. Transurre en la tarde de 13 de abril o de del 30 de marzo de1300.

DÉCIMO NONO

En este canto es cuando Dios dijo le dijo a Dante , que cambiara de ideas , que pensara en que el estaba al lado de Dante , aquel que aliviaría todas sus contrariedades.

DÉCIMO VIGÉSIMO

El sexto cielo corresponde a Júpiter, cuya virtud característica es la justicia. El cielo es de hecho la sede de las almas de los príncipes sabios y justos. Se presentan ante dante como luces que vuelan y cantan, formando letras luminosas que componen la frase «Diligite iustitiam qui iudicatis terram» (es decir "Amen la justicia, ustedes que juzgan el mundo"). A continuación, a partir de la "m" que cierra la expresión original (que es asimismo la primera de la palabra "monarquía"), componen asimismo la silueta de un águila, que es una alegoría explícita del Imperio.
Las cuestiones filosóficas y teológicas abordadas en esta esfera son las siguientes:
1.   La inescrutabilidad de la justicia divina. Por qué son condenados aquellos que no conocieron a Cristo.
2.   La predestinación divina.
También este cielo se mueve por las inteligencias angélicas de la segunda jerarquía de los ángeles, es decir por lasdominaciones.
Se encuentran, en cuanto beatos, las almas de DavidTrajanoEzequíasConstantino IGuillermo II de Sicilia y Rifeo.

VIGÉSIMO PRIMERO

El séptimo es el cielo de Saturno, que se caracteriza por la meditación. en esta esfera se encuentran de hecho quienes en vida se consagraron a las actividades contemplativas. Aparecen como resplandores que suben y bajan los escalones de una «escala celeste» luminosa, intensamente dorada, tan alta que su cumbre se pierde. Se trata de una alegoría de la sabiduría.
La cuestión filosófica y teológica afrontada es:
1.   La indomabilidad de la voluntad divina.
Las inteligencias motrices de este cielo pertenecen a la primera jerarquía, y son los tronos.
Los beatos de este cielo son san Pedro Damiánsan Benito de Nursiasan Macariosan Romualdo y algunos miembros de la Orden de San Benito.

VIGÉSIMO SEGUNDO

 Séptimo cielo. El de saturno: Los contemplativos. Dante cada vez que ve el rostro de su amada lo ve mas bello, ella le explica que brillara mas su rostro cuando mas se ascienda por las gradas del eterno palacio. Después el observa una escala del color del pro y tan elevadas que no podrían sus ojos seguirla y por ahí bajaron muchos resplandores, el que se quedo cerca de ellos comenzó a resplandecer mucho y él pregunta ¿quién es? Y comienza a decirle que era Pedro Damián el cuenta su vida y se hace una crítica del lujo y malicia delos prelados.
Cuando su guía observó cien esferas tenía miedo preguntar cuando la mayor de las perlas se adelanto hacía Dante para detener su curiosidad, ella habla de la caridad y señala a unos fuegos que fueron hombres contemplativos es decir aquellos que abrazan aquel ardor que hace nacer las flores y frutos santos, Dante le pide ver su rostro descubierto pero el le explica que solo su deseo se realizará en la última esfera donde todos son perfectos, maduros y enteros. Se menciona la corrupción de los monasterios.

*Como se define el cielo sexto?
*Con que personajes se encuentra Dante?





lunes, 20 de octubre de 2014

Divina Comedia- Paraiso Canto "1-11"

CANTO PRIMERO
Surge asimismo en esta invocación un tema que predominante en el resto del poema, que es una denuncia de la decadencia de los tiempos presentes, en los cuales emperadores o poetas aspiran al laurel, la corona poética, solo porque desean bienes terrenos y por ende efímeros, una anotación que se inscribe en la consabida polémica político-social.
En el verso 37 comienza la narración propiamente dicha, con una amplia perofrasis astronomica que describe la estación en la que se encuentran, es decir la primavera. Beatriz fija entonces su mirada en el sol, y di rimando Dnate hace otro tanto (y lo hace literalmente, pues en el Paraíso terrestre, hecho para el ser humano en su perfección originaria, son lícitas muchas cosas que no lo son en la en la tierra). El poeta siente que la luz diurna se duplica, y se siente que trashumanar (literalmente "ir más allá de lo humano") como glauco cuando se transformó en divinidad. Se trata del ascenso a través de la esfera del fuego (que separa el cielo de la tierra), gracias a la cual Dante y Beatriz ascienden al Paraíso beatriz acompaña al poeta en esta parte de su recorrido, en donde se ocupa de prepararlo para ascender por las esferas cel La novedad del sonido, que se debe a la rotación de las esferas celestes y a la gran cantidad de luz hacen que Dante tenga varias dudas, en primer lugar conocer la razón de su ascenso, a lo que Beatriz responde, sin mediar pregunta alguna por parte del poeta, explicando que como no se encuentran en la tierra, están sometidos a las leyes del cielo. Cuando en Dante surge la duda sobre cómo es posible que su cuerpo pesado pueda superar a los "leves" como el aire y el fuego, su guía celestial inicia una explicación más amplia y compleja.
CANTO SEGUNDO
Llevados por el deseo del Empireo, con la velocidad a la que se ve rodar el cielo estrellado, Beatriz dirige su mirada hacia el cielo, y Dante la admira. Como ella puede leer sus ideas, lo invita a dirigirlas a Dios en señal de gratitud por haber alcanzado como una flecha el cielo de la luna. En este punto el autor describe sus sensaciones, indicando que se siente envuelto por una nube resplandeciente similar a un diamante iluminado por el sol. La luna acoge a ambos en su seno, sin abrirse, como la superficie del agua es atravesada por un rayo de luz. En la tierra, no obstante, no es realmente posible comprender cómo un sólido puede penetrar, sin sufrir modificaciones, otro con las mismas características. Esa imposibilidad es la que subyace al deseo del cielo, para ver en Cristo al hombre y a Dios. En el Cielo, por el contrario, el dogma es irrefutable como un axioma, pues la mente humana percibe su verdad sin que medie ningún tipo de demostración.
CANTO TERCERO
Tras escuchar la explicación sobre la naturaleza de las manchas lunares da parte di Beatriz, Dante queda muy sorprendido tras ver el primer grupo de almas de beatos. De hecho, en un principio las toma por figuras reflejadas, cometiendo un error inverso al de Narcizo, quien viendo su propio reflejo en la s aguas las creyó figuras reales. Al acercarse, sin embargo, descubre su verdadera naturaleza, y les pregunta quiénes son y por qué están en el Paraiso. Una le responde que se encuentra en el cielo de la Luna, donde se encuentran quienes no han respetado los votos debido a una constricción. Quien habla es Piccarda Donnati, monja del convento di Santa clara da por sus hermanos para obligarla a casarse, haciéndola así renunciar a su matrimonio con Dios. Dante se pregunta si las almas del cielo de la Luna sienten envidia de las que se encuentran más cerca de Dios, pero Piccarda le explica que ninguna alma beata puede ser infeliz, pues su voluntad se identifica con la de dios, y tienden libremente hacia este. Las almas del Paraíso son por ende igualmente felices. El canto se cierra con el encuentro con Constanza i de silicia  quien también fue monja y obligada a renunciar a los votos para contraer nupcias con Enrique vl, segundo emperador de Svevia, y dar a luz al futuro Federco ll.
CANTO CUARTO
Beatriz comienza a resolver las dudas de Dante refutando la opinión de la teoría de Platon antes citada. Afirma que todos los beatos se encuentran en el Empireo, y el hecho de que aparezcan en las esferas es para mostrar diferentes expresiones de la beatitud, por lo cual sólo tiene un carácter simbólico simplificativo. Solo así, a través de mensajes por interpretar, se llega de hecho al ingenio humano. La escritura de Dios es comprensible porque es compatible con las capacidades humanas, y por el mismo motivo la iglesia representa los ángeles, que son espiritupuro, con cuerpos humaNA 
Respecto a la duda sobre el incumplimiento de los votos por la violencia ejercida por otros, Beatriz argumenta que Piccarda y Costanza no se opusieron a ella con toda la energía que su voluntad les habría permitido, lo cual se prueba por el hecho de que no regresaron al claustro ulteriormente, cuando habrían podido hacerlo. De hecho, les faltó un fuerza de voluntad similar a la de san lorenzo, que fue impasible cuenta la leyenda que resistió el martirio de ser quemado vivo, o la de Escevola, quien asimismo dejó que su mano se quemase sin emitir queja alguna.
Dante expresa su opinión, señalando que ninguna fuerza externa puede doblar un alma que, con firmeza, se resista a hacer lo que no quiere.
CANTO QUINTO
De la suprema importancia del sacrificio que significan los votos se deduce que los cristianos no deban tomar con ligereza aquellos que no puedan mantener, lo mismo que aquellas que implican ofertas desmedidas e impendorables, como la de Jefte, quien en la antigüedad ofreció en sacrificio la primera persona que apareciese ante la puerta de su hogar, y la desafortunada fue su hija. Beatriz concluye con una vibrante exhortación a seguir comportamientos más cautos y a seguir de cerca las enseñanzas de la Bliblia y el magisterio de la Iglesia, para no arriesgarse a que los judio se burlen no sin algo de razón llamándolos "ovejas locas".
El paso al cielo di Mercurio se manifiesta con el trasmutar sembiante (transmutar semblante) de Beatriz (v.88). En su rostro cada vez más radiante, el poeta puede notar su propio avance en el camino che que lo lleva a la conquista de la verdad eterna.
CANTO SEXTO
Esta sección del canto consiste en una digresión de Justiniano sobre la historia del Imperio. Durante más de trescientos años el águila imperial permaneció en Alba Longa, pasando luego a los romanos, que la conservaron tanto durante el periodo monárquico como republicano, para luego alcanzar la era imperial propiamente dicha con César, quien conquistó nuevas tierras.
A continuación, cuenta Justiniano, el águila pasó a otros emperadores: de Augusto, quien logró la paz tras años y años de guerra, a Tiberio, bajo cuyo reino murió Jesús para salvar a la humanidad. Por último, la "señal" llegó a Carlomagno, quien se consagró a defenderlo de las amenazas de los lombardos.
CANTO SEPTIMO
La divina bondad, que rechaza de si todo rencor, ardiendo en si misma centellea de tal modo, que hace brotar las bellezas eternas. Lo que procede inmediatamente de ella sin otra cooperación no tiene fin; porque nada hace cambiar su sello una vez impreso. Lo que sin cooperación procede de ella es completamente libre, porque no está sujeto a la influencia de las cosas secundarias; y cuanto más se le asemeja, más le place, pues el amor divino que irradia sobre todo, se manifiesta con mayor brillo en lo que se le parece más. La criatura humana disfruta la ventaja de todos estos dones, pero si le falta uno solo, es preciso que decaiga su nobleza. Solo el pecado es el que le arrebata su libertad y su semejanza con el Sumo Bien; por lo cual refleja muy poco Su luz, y no vuelve a adquirir su dignidad, si no llena de nuevo el vacío que dejó la culpa, expiando sus malos placeres por medio de justas penas. Cuando vuestra naturaleza entera pecó en su germen, se vio despojada de estas dignidades y lanzada del Paraíso, y no hubiera podido recobrarlas (si lo examinas sutilmente) por ningún camino, sin pasar por uno de estos vados: o porque Dios, en su bondad, perdonara el pecado, o porque el hombre por sí mismo redimiera su falta.
CANTO OCTAVO 
Carlos Martel cuenta la historia de su vida, truncada antes de heredar los reinos de Provenza y deItalia meridional y de Sicilia. En su discurso dirige palabras muy críticas a su hermano menorRoberto. En el Purgatorio, por su parte, el mismo Hugo I Capeto ya se había encargado de realizar una fuerte invectiva contra la Casa de Francia.
Ante la duda de Dante sobre como de una buena semilla puedan nacer frutos dañados, Carlos Martel responde evocando la doctrina de los influjos astrales, mediante los cuales actúa en el mundo terreno la Providencia. Aunque los astros distribuyan con generosidad virtudes entre las semillas, dependiendo del contexto en el que se desarrollen tendrán variarán sus posibilidades de desarrollarlas. Si se tuviese en cuenta esa necesidad el mundo podría funcionar en orden, dejando por ejemplo de hacer la guerra la clerecía, y dejarían de gobernar personajes que más parecen apropiados para predicar, como el citado Roberto I de Nápoles.
CANTO NOVENO
La tercera de las almas encontradas por Dante en este canto es la del trovador y religioso provenzal Fulco de Marsella, quien se convirtió tras la muerte de su amada, se hizo monje cistercense y en los últimos años obispo de Toulouse. En esa posición, se distinguió por su activa participación en la persecución de los cátaros. Su profecía es contra lacuria corrupta de Roma, que solo se preocupa por el dinero, representado por el florín, señalando que forma y propaga la maldita flor / que a ovejas y corderos ha engañado / y en lobo ha convertido a su pastor.1 Según el autor, la clerecía se concentra de hecho en los provechosos estudios de Derecho canónico pero descuidando el de las Sagradas Escrituras. Dios, sin embargo, intervendrá pronto para reversar esa situación y liberar a la ciudad de la negativa influencia. La última alma es la de Raab de Jericó, nombrada por Fulco en su discurso, quien se encuentra allí debido a que según la leyenda protegió a lo enviados por Josué y fue de gran ayuda durante la caída de Tierra Santa.
CANTO DECIMO
as las duras palabras de Fulco de Marsella contra la clerecía adúltera al final del canto anterior, Dante dirige su mirada hacia "otras ruedas", comentando la perfección del orden divino. Se trata de un procedimiento que el autor ya había empleado al hablar con Carlos Martel y con Cunizza da Romano, quienes también en el noveno canto tras criticar respectivamente los errores de la Casa de Anjou-Sicilia y de los habitantes de la región véneta de Romano, dirigen su mirada al Sol o una serie de espejos celestes, en una clara oposición entre la perfección de los cielos del Paraíso y la corrupción terrena.
Aunque el poeta se encuentra ahora en el cielo del Sol, sólo advierte el lugar en el que se encuentra como se nota un pensamiento, que pese ya estar vivo en el espíritu sólo paulatinamente se revela a la conciencia. En este cielo se encuentra la "cuarta familia" de beatos, que son los espíritus sabios, ya célebres en el mundo por la calidad de su doctrina, que consistió en especulaciones filosóficasteológicas o místicas. Se trata de resplandores que se distinguen esplendor general debido a la calidad de la luz que emiten.
CANTO DECIMO PRIMERO
En cuanto las almas de la rueda gloriosa se han detenido, santo Tomás se muestra dispuesto a responder a dos dudas del poeta, que por su condición e beato sabe que se han formulado en el poeta: Tu dudas y deseas que se cierna / mi lengua.../ donde dije "Un camino que enriquece" / y donde que "Jamás surgió segundo". (vv. 22-26). Para resolver la primera invita al poeta a considerar la manera de proceder de la Providencia, que envió al mundo a dos sabios, san Francisco y santo Domingo, para que la comunidad cristiana se renovase y avanzase con seguridad. Como su misión era idéntica, los elogios para uno también lo serán para el otro. Esa es la razón por la que pese a ser discípulo del segundo, Tomás realiza el elogio del santo de Asís: la renuncia a la herncia paterna, las nupcias místicas con la pobreza, la rápida difusión de la regla, las tres confirmaciones de la aceptación de la obra (entre las que destaca la del papa Inocencio III, que acababa eliminar a los cátaros), la prédica en Egipto, el regreso a Italia, y su fallecimiento en un espíritu de pobreza y humildad. Si su doctrina no siempre ha sido respetada, lo mismo que por parte de los dominicanos, si se siguen los preceptos originales del santo no es posible desviarse del camino de la virtud.
En el canto siguiente, el franciscano san Buenaventura realiza a su vez un elogio de santo Domingo, reflejando los elementos que han caracterizado el discurso de santo Tomás.
* de que trata el decimo canto?
*quien es piccarda donnati?

Analisis de la Divina Comedia canto "21-33"

CANTO VIGÉSIMO PRIMERO
Mientras el poeta está así observando no se da cuenta de una sombra negra que se le acerca por la espalda. "¡Cuidado, cuidado!" le dice Virgilio, y Dante se gira, pero "como quien se tarda / en ver lo que le conviene huir" él queda congelado por el miedo del peligro ya muy cercano (notar el suspenso hasta que el peligro no es explicitamente descrito). Se trata de un "diablo negro", que detrás de los dos poetas está corriendo por el puente. Trae en los hombros a un pecador doblado en dos al que tenía por el pie agarrado del jarrete. Dante tiene miedo, pero no se desmaya. Como en una farsa el diablo ignora a los dos peregrinos e inicia a gritar: (perífrasis) "¡Oh Malebranche!, aquí hay uno de los ancianos ta de Sa zita (Lucca, ciudad devota a la Santa). Metanlo abajo, que yo regreso en aquella ciudad que está bien llena de estos pecadores: allí todos son estafadores, salvo Bonturo (frase irónica, Bonturo Dati era el más corrupto de Lucca), allí el no con el dinero se transforma en ita (es decir pasada, una deliberación etc).
En la brea son castigados entonces los estafadores, que en el léxico del medioevo indicaba generalmente los tramposos que birlaban dinero en forma turbia u obtenian otras ventajas con la astucia . Por lo tanto, son castigados, más específicamente, también los extorsores y magistrados corruptos. El contrapaso es más bien genérico y consiste en el hecho que como en vida ellos actuaron cubiertos, ahora están inmersos en la oscuridad de la brea (como es sintetizado en el verso 54). Los diablos, será dicho en seguida, tienen la tarea de lastimar a quienes intenten aunque sea aparecer, un poco como hacen los vasallos de los cocineros cuando empujan hacia abajo la carne que sobresale de una olla que hierve (similitud del verso 55-57). Ellos no son interpretables según un preciso contrapaso, pero su presencia provocará un episodio entre el chistoso y el grotesco que tendrá como tema principal el de la astucia y que será desarrollado también en los próximos dos cantos.
CANTO VIGÉSIMO SEGUNDO
Entonces los estafadores apenas ven la sombra de los diablos se vuelven a hundir, pero uno de ellos (y Dante al repensar mientras escribe se estremece todavía), siempre como hacen a veces las ranas, es demasiado lento a hundirse y viene sostenido por Grafiacane, el diablo más cercano, que lo toma de los cabellos, y lo tira hacia arriba como se pesca una nutria.
Dante, con su extrema precisión, dice que se acuerda de todos los nombres de los diablos porque los sintió llamar a uno por uno. Los diablos están gritando "Eh Rubicante! ¡Muévete y plántale el garfio en la espalda, y desuéllalo!" pero Virgilio, por pedido de Dante, pide que antes el condenado diga quien es presentándose.
Él responde que es nativo de Navarra y que su madre lo puso al servicio de un señor, siendo su padre ya muerto por haber destruido a si mismo y a sus cosas (suicidio y derrochador). Entró después en la familia (entendida aquí como conjunto de siervos) del rey Tebaldo (Thibaut II de Navarra o Thibaut V de Champagne) con el cual cumple el pecado de estafador por el cual es castigado. Los comentadores antiguos dieron a esta figura el nombre de Ciapolo de Navarra (quizás una contracción de Giampaolo o del francès Jean Paul), pero las noticias históricas están limitadas al texto dantesco.
CANTO VIGÉSIMO TERCERO 
Los condenados están pintados es decir cubiertos con un deslumbrante dorado, y van con pasos lentos llorando, con un ritmo de quien está vencido por el cansancio (Hendíadis). Están vestidos con amplias capas de monjes, como tienen los de Cluny, pero que en el interior están forradas por pesado plomo y son así de pesadas que las de Federico II, en comparación, parecían de paja: una alusión a una leyenda sobre la crueldad del Emperador, inventada y difundida por el partido güelfo, a la cual Dante creía, creyendo que él soliese castigar quien era culpable de traición con una capa de plomo antes de meterlo en una caldera en llamas. Los condenados, "atendiendo al triste llanto" caminaban así de lentos que a cada nuevo paso los dos poetas se encontraban a superar y a alcanzar a alguien distinto. La atmósfera de este canto fue definida como conventual, de hecho la fosa es definida en los versos 91-92 "colegio"(palabra que generalmente indicaba una comunidad de frailes de los hipócritas).
El contrapaso de estos condenados (se descubrirá enseguida que son hipócritas) consiste en la analogía respecto a sus conducta de vida: en el externo mostraban una explendida figura, escondiendo en su interior el verdadero oscuro pensamiento. Puede haber Dante influenciado también la etimología que Uguccione de la Faggiuola da a la palabra hipócrita, es decir formadas por la palabras griegas hypò, "bajo", y chrysòs, "oro" (en verdad debería derivar de hypocrités, "actor"). La visión que Dante tenía de estos pecadores estaba seguramente influenciada también por los evangelios, donde Jesúscriticaba con vehemencia durante sus predicaciones tal actitud. La hipocresía es también el tema dominante de Fiore (flor) poema en endecasílabos considerado por algunos como una obra juvenil de Dante.
CANTO VIGÉSIMO CUARTO
Inicia entonces la subida a través de las ruinas del puente, con Virgilio que toma a Dante y lo levanta hacia la cima de una roca, mirando en tanto otra en la cual Dante pueda sostenerse, recomendándole que primero se fije si la roca puede sostener su peso ("De aquel te agarres probando antes si es tal que te resista"). No era por cierto un camino, dice Dante, posible para quien tuviese encima una capa, queriendo explicar como aquello no fuese un recorrido que pudiese permitirle a los hipócritas salir de su fosa. Afortunadamente las Malebolge se degradan ligeramente hacia el pozo central, por la cual la orilla interna está siempre un poco más baja que la otra, y al final los dos poetas logran llegar a la última piedra en cima a las ruinas del puente destruido.
Llegados a la cima Dante tiene la respiración cortada y se sienta sobre la primera roca que encuentra porque no puede más ("que más ya no podía" - v. 44), pero Virgilio toma rápidamente a Dante y con solemnes sugerencias y estímulos lo incita a comenzar en seguida la marcha.
Las palabras de Virgilio son famosas por su rigor e importancia, aunque leídas en el contexto de la situación suenan un poco fuerte. No hay que olvidarse su valor sobre todo simbólico, no ligado solo a la situación de cansancio en que se encuentra Dante.
Él dice al discípulo que sentándose sobre las plumas o bajo techo no se gana fama durante la vida. Quien hace así en la tierra deja la pista que hace el humo en el aire o la espuma en el agua. Por eso es necesario que Dante se levante y derrote el cansancio, porque el ánimo tiene el poder de vencer cada batalla si el pesado cuerpo no se derrumba. Bien más larga será la escalera que le espera (es decir el P) porque no basta con separarse de los condenados ("Más larga escala nos espera; / no basta haber partido de este abismo" vv- 55-56). Esta última frase encierra todo el sentido del viaje simbólico en el infierno: Dante está recorriendo un camino iniciador hacia el bien y el conocimiento de lo divino, pero antes que todo debe saber todos los pecados (expiación, cumplida a través del Infierno), después cumplir un recorrido de purificación a través del Purgatorio, porque solo conocer el mal y evitar de usarlo no es suficiente para la bendición. Si bien la opinión más difundida sobre la "escalera más larga" sea aquella apenas dicha, Manfredi Porena hace notar que la subida más cansadora que Dante deberá hacer no es la del Purgatorio. Se vera de hecho que sobre la plata de la montaña, a almas llegadas en ese momento, Virgilio dirá que ellos dos llegaron allí por camino "duro y fuerte" y que subir la montaña será un juego (Purgatorio II, vv. 64-66). Y el camino del cual aquí habla es aquel que subieron del centro de la Tierra a la isla del Purgatorio: esta debe ser entonces la escalera más larga a la que se refiere Virgilio. Y el v. 56 significará: "no basta irse de estos pecadores; deberás irte de todo el Infierno".
CANTO VIGÉSIMO QUINTO
El reptil de seis patas se cuelga del vientre del condenado con las patas centrales, con las anteriores a los brazos y con la boca le muerde la cara. Así, le apoya las patas posteriores sobre los muslos y le pasa la cola entre las patas apoyándola sobre la espalda. La bestia está agarrado como la HEREDA a los árboles y los dos cuerpos inician a fundirse como la cera caliente, uniendo los dos colores en un tono que no es de ninguno, como el de la hoja que se quema, donde entre la hoja blanca y el negro del quemado aparece un color intermedio marrón.
Los otros dos condenados miran, un poco con curiosidad, y otro poco con miedo y dice "Agnel" no es más "ni dos ni uno", es decir la fusión no creó un nuevo individuo, sino un monstruo horriblemente transfigurado. Ellos están "perdidos" en la nueva forma, con las cabezas unidas en un único rostro, las extremidades anteriores se transformaron en dos de cuatro (es decir los dos brazos del hombre y las dos extremidades anteriores del reptil se transformaron en las patas anteriores del monstruo. ). Los miembros se fundieron en unos jamás vistos. Y así el monstruo se va.
CANTO VIGÉSIMO SEXTO
El poeta aumenta la dosis diciendo que si bien quizás el castigo ya llegó, no fue solicitada ("Y si ya hubiera ocurrido, dirán que fue tarde", v. 10) y, visto que la reconoce como necesaria, espera que llegue pronto ("¡Ojalá fuera ahora, ya que ha de ser!", v. 11) porque la desventura de Florencia lo lastimará más cada vez que la edad avanza ("que más me abatirá, cuanto más me pase el tiempo", v. 12). No todos los comentadores concuerdan sobre el porqué Dante espera que el castigo llegue pronto. Algunos sostienen que la desventura de Florencia, si bien ineluctable, llene a Dante de dolor, que más le será grave con el pasar del tiempo. El viejo de hecho soporta menos los dolores, se hace siempre más dispuesto al perdón y el amor por el lugar de nacimiento crece con la edad. Según otros Dante quiere en cambio decir que más el castigo tarda, tanto más se sufrirá por no haber gozado por mucho tiempo del castigo. Esta interpretación se contradice con el "¡Ojalá fuera ahora, ya que ha de ser!", que reconoce la necesidad del castigo, pero lo hace de mala gana. Es curioso que los comentadores modernos acepten más como correcta la primera hipótesis y los antiguos por la segunda; muestra como en el fondo la lectura de este pasaje mutó según nuestra sensibilidad y forma de pensar.
CANTO VIGÉSIMO SÉPTIMO 
Guido hizo su pedido pensando que los dos peregrinos fueses dos almas condenadas hace poco. No hay ningún elemento que indique que estos condenados puedan ver con la vista: ellos solo escuchan y hablan. Virgilio se dirige entonces a Dante, que todavía está apoyado a la roca del puente y que debe ser tocado sobre el costado para llamarle la atención, y entonces le dice: "Habla tu; este es latino" (es decir italiano). Dante entonces, que dice que ya tiene preparada la respuesta, inicia a trazar un cuadro de la Romaña del 1300, citando cinco ciudad-feudo con un terceto cada una. Pero antes dice al condenado que la Romaña no estuvo nunca sin guerras en el corazón de sus tiranos (este desprecio sentía Dante hacía las nuevas SEÑORIAS), pero ahora ningún conflicto se está manifestando. Dante no lo dice, pero la paz era fruto de la intromisión de BONIFACIO que había a la fuerza hecho alear los señores de BOLOÑA con los marqueses de FERRERA, mientras las otras ciudades se mantenían prudentemente dentro de los propios límites territoriales.
CANTO VIGÉSIMO OCTAVO 
En esta punto Dante inicia a describir a cada condenado. El primero donde cae la atención está abierto en el centro, como los barriles que tienen roto los ejes de la base, y Dante se detiene con desprecio y con un lenguaje lo más desmenuzado posible a describir la miseria de un condenado hacia el cual no quiere despertar la mínima idea de compasión. El pecador está abierto desde la barbilla hasta donde se ventea (el culo) y entre las piernas cuelgan las tripas, y se ven las entrañas y el estómago ("triste saco que hace mierda de lo que se embucha"). Él se abre el pecho casi para crear compasión en Dante, pero la indignación de Dante se refleja en toda la meliflua mezquindad de las palabras que le hace decir: "¡Mira cómo me desgarro! /¡mira cuán estropeado está MAHONA! / Delante mío va llorando ALI, / partido el rostro del mentón hasta el copete"
CANTO VIGÉSIMO NOVENO 
Hablando así con Virgilio, Dante llega a la orilla de la próxima fosa y la primera impresión que recibe es auditiva: lamentos fuertísimos que golpean la piedad como flechas con punta de hierro, tanto que Dante debe cubrirse las orejas con las manos.
De nuevo Dante hace una similitud hipotética (después de aquella de los mutilados de las guerras del sur de Italia en Inf. XXVIII 7-21) es decir por una suma de imágenes que a pesar que se sumen no serían suficientes para representar el horror de la fosa: Dante cita los hospitales de Val di Chiana, de Cerdeña y de Maremma en los meses de verano, zonas infectadas de malaria, el cual olor no se comparaba al del infierno. Mientras baja la vista se vuelve nítida y puede discernir los enfermos que son los falsificadores castigados por la inefable justicia de Dios. Para describir el dato visible Dante hace otra similitud, esta vez tomada del repertorio clásico (la continua mezcla de personajes, figuras, temas y estilos del mundo clásico, mitológico, bíblico y contemporáneo será la característica más destacada de esta fosa): como en las metamorfosis de Ovidio, Dante recuerda la peste de EGIA, que golpeó a todo el pueblo de la isla griega, comprendidos los animales, a excepción del rey que pidió después a JUPITER de transformar las hormigas en hombres (los llamados mIRMIDONES), así en la fosa había pilas de enfermos.
CANTO TRIGÉSIMO
En este punto Dante pregunta quienes son los dos condenados que se apoyan sobre Mastro Adamo a la derecha. El responde que ya estaban aquí desde ante que él llegó a esta fosa y que una es aquella que acusó a Jose (la esposa de Putifar, personaje blblico), mientras que el otro es , el Sinon ciego que engañó a los Troyanos para hacerles aceptar el caballo de troya. Ellos son dos mentirosos, dos falsos de palabra y sorprende la mezcla de este canto, donde un personaje contemporáneo, uno bíblico y uno mitológico-literario están juntos y dos de ellos (Sinón y Mastro Adamo) interactuarán entre ellos dentro de poco.
La pena de estos dos mentirosos es sufrir fuertísimas fiebres, que humean vapor alrededor como húmedas manos en invierno. Tampoco en este caso se puedo esclarecer exactamente el contrapaso. Mastro Adamo dice que también emiten hedor.
CANTO TRIGÉSIMO PRIMERO
En tanto Dante inicia a visualizar la cara, el pecho, el vientre y los brazos que cuelgan a los lados del gigante más cercano. Con esta visión extraordinaria le viene en mente al poeta una reflexión sobre la Naturaleza, que según él hizo bien en detener el "arte" de crear tales seres, generalmente ejecutores de Marte, es decir instrumento de guerra. Ella crea todavía hay elefantes y ballenas sin arrepentirse, y en esto quien mira sutilmente lo juzga justo y discreto: como en los gigantes se suman la razón y la mala intención en potencia, contra el que nadie puede esconderse, en los grandes animales no.
La cabeza del gigante recuerda a Dante el bulbo de la Basilica de san Pedro, un bulbo de bronce romano que en ese entonces estaba situado delante a la iglesia del papa y que hoy se encuentra en el patio creado a propósito por Bramante en los Palacios vaticano: era alto más de cuatro metros; los otros miembros, describe Dante, estaban proporcionados a tal medida (es la primera de las nociones métricas que el poeta pone para dar realismo a la descripción y que por cada gigante dan un resultado alrededor de los 25 metros).
CANTO TRIGÉSIMO SEGUNDO
Dante está entonces en la triste fosa sobre el cual se apoyan con la base todas las otras rocas del Infierno. Aquí no encuentra palabras adecuadas para describir completamente el "jugo" de su pensamiento, y en el Dante-escritor aparece el miedo de no estar a la altura: después de todo narrar el fondo del universo (el punto más bajo del cosmos según la concepcion tolemaica geocentrica, entendido como el más lejano de Dios) no es empresa a tomar en chanza ni de la lengua que dice mamá y papá.
Sobre qué cosa entendiese Dante con la lengua de "mamá y papá" no está claro y es objeto de controversia: la explicación más simple es que indica la lengua infantil, ¿pero por qué Dante habría necesitado usar una lengua de niños ahora? De otro modo viene considerada como el italiano en general, a pesar que la expresión aparece un poco degradante hacia aquelvulgar que Dante justamente con su Comedia se proponía de ennoblecer; mediando las dos hipótesis se puede entender la expresión como indicando un idioma instintivo, al contrario de la lengua controlada y rebuscada del lenguaje del arte literario. Puede ser útil la cita del De vulgari eloquentia, donde Dante condenaba "mamá" y "papá" como términos infantiles no aptos para el estilo elevado, quizás se entiende en este caso como el estilo apto a lo que el poeta se preparaba a describir.
CANTO TRIGÉSIMO TERCERO 
El día siguiente Ugolino siente llorar a sus hijos y les escucha pedir pan: la narración es interrumpida por un reproche de Ugolino que le dice a Dante (pero también al lector) que es bien cruel si todavía no siente dolor por lo que estaba por suceder: después de todo, si no llora por esto, ¿por qué cosas lo hace? En el fondo Ugolino todavía no dijo nada de terrible, pero estas interrupciones aumentan la expectativa trágica y enfatizan el gran crescendo del episodio.
En la hora en la cual generalmente era llevada la comida, él sintió que cerraban la puerta de la horrible torre. En silencio Ugolino mira en la cara a sus hijos, y su mirada ya debía estar llena de desesperada tortura porque Anselmo dice:"¿Mírate, padre, que tienes?". Pero Ugolino no responde, incapaz de hablar y llorar. Pasa un día entero, y una noche y otro día todavía: un rayo de sol le muestra como su desesperación y flaqueza están pintadas, como en un espejo, sobre las caras de los hijos y por el dolor Ugolino se muerde las manos. En este pasaje se revela ya como Ugolino, extraño a cualquier forma de arrepentimiento o espiritualidad, se haya ya transformado en aquella suerte de piedra viviente que será su castigo en el Cocito congelado.
A lo que, creyendo que lo hiciese por el hambre, se levantaron los hijos y le ofrecieron de comerse a ellos, de tirar de aquellas carnes que él había hecho: se calmó después para no entristecerlos, y ese día y el siguiente estuvieron callados. De nuevo una invectiva que señala una pausa y prepara al sucesivo capítulo de la trágica narración: "Ay dura tierra, ¿por qué no te abriste?"
*que fue la peste egia?
*a que se refiere con "los condenados estan pintados?