CANTO PRIMERO
Surge asimismo en esta invocación un tema que predominante en el resto del poema, que es una denuncia de la decadencia de los tiempos presentes, en los cuales emperadores o poetas aspiran al laurel, la corona poética, solo porque desean bienes terrenos y por ende efímeros, una anotación que se inscribe en la consabida polémica político-social.
En el verso 37 comienza la narración propiamente dicha, con una amplia perofrasis astronomica que describe la estación en la que se encuentran, es decir la primavera. Beatriz fija entonces su mirada en el sol, y di rimando Dnate hace otro tanto (y lo hace literalmente, pues en el
Paraíso terrestre, hecho para el ser humano en su perfección originaria, son lícitas muchas cosas que no lo son en la en la
tierra). El poeta siente que la luz diurna se duplica, y se siente que
trashumanar (literalmente "ir más allá de lo humano") como glauco cuando se transformó en divinidad. Se trata del ascenso a través de la esfera del fuego (que separa el cielo de la tierra), gracias a la cual Dante y Beatriz ascienden al Paraíso beatriz
acompaña al poeta en esta parte de su recorrido, en donde se ocupa de prepararlo para ascender por las esferas cel La novedad del sonido, que se debe a la rotación de las esferas celestes y a la gran cantidad de luz hacen que Dante tenga varias dudas, en primer lugar conocer la razón de su ascenso, a lo que Beatriz responde, sin mediar pregunta alguna por parte del poeta, explicando que como no se encuentran en la tierra, están sometidos a las leyes del cielo. Cuando en Dante surge la duda sobre cómo es posible que su cuerpo pesado pueda superar a los "leves" como el aire y el fuego, su guía celestial inicia una explicación más amplia y compleja.
CANTO SEGUNDO
Llevados por el deseo del Empireo, con la velocidad a la que se ve rodar el cielo estrellado, Beatriz dirige su mirada hacia el cielo, y Dante la admira. Como ella puede leer sus ideas, lo invita a dirigirlas a Dios en señal de gratitud por haber alcanzado como una flecha el cielo de la luna. En este punto el autor describe sus sensaciones, indicando que se siente envuelto por una nube resplandeciente similar a un diamante iluminado por el sol. La luna acoge a ambos en su seno, sin abrirse, como la superficie del agua es atravesada por un rayo de luz. En la tierra, no obstante, no es realmente posible comprender cómo un sólido puede penetrar, sin sufrir modificaciones, otro con las mismas características. Esa imposibilidad es la que subyace al deseo del cielo, para ver en Cristo al hombre y a Dios. En el Cielo, por el contrario, el dogma es irrefutable como un axioma, pues la mente humana percibe su verdad sin que medie ningún tipo de demostración.
CANTO TERCERO
Tras escuchar la explicación sobre la naturaleza de las manchas lunares da parte di Beatriz, Dante queda muy sorprendido tras ver el primer grupo de almas de beatos. De hecho, en un principio las toma por figuras reflejadas, cometiendo un error inverso al de Narcizo, quien viendo su propio reflejo en la s aguas las creyó figuras reales. Al acercarse, sin embargo, descubre su verdadera naturaleza, y les pregunta quiénes son y por qué están en el Paraiso. Una le responde que se encuentra en el cielo de la Luna, donde se encuentran quienes no han respetado los votos debido a una constricción. Quien habla es Piccarda Donnati, monja del convento di Santa clara da por sus hermanos para obligarla a casarse, haciéndola así renunciar a su matrimonio con Dios. Dante se pregunta si las almas del cielo de la Luna sienten envidia de las que se encuentran más cerca de Dios, pero Piccarda le explica que ninguna alma beata puede ser infeliz, pues su voluntad se identifica con la de dios, y tienden libremente hacia este. Las almas del Paraíso son por ende igualmente felices. El canto se cierra con el encuentro con Constanza i de silicia quien también fue monja y obligada a renunciar a los votos para contraer nupcias con Enrique vl, segundo emperador de Svevia, y dar a luz al futuro Federco ll.
CANTO CUARTO
Beatriz comienza a resolver las dudas de Dante refutando la opinión de la teoría de Platon antes citada. Afirma que todos los beatos se encuentran en el Empireo, y el hecho de que aparezcan en las esferas es para mostrar diferentes expresiones de la beatitud, por lo cual sólo tiene un carácter simbólico simplificativo. Solo así, a través de mensajes por interpretar, se llega de hecho al ingenio humano. La escritura de Dios es comprensible porque es compatible con las capacidades humanas, y por el mismo motivo la iglesia representa los ángeles, que son espiritupuro, con cuerpos humaNA
Respecto a la duda sobre el incumplimiento de los votos por la violencia ejercida por otros, Beatriz argumenta que Piccarda y Costanza no se opusieron a ella con toda la energía que su voluntad les habría permitido, lo cual se prueba por el hecho de que no regresaron al claustro ulteriormente, cuando habrían podido hacerlo. De hecho, les faltó un fuerza de voluntad similar a la de san lorenzo, que fue impasible cuenta la leyenda que resistió el martirio de ser quemado vivo, o la de Escevola, quien asimismo dejó que su mano se quemase sin emitir queja alguna.
Dante expresa su opinión, señalando que ninguna fuerza externa puede doblar un alma que, con firmeza, se resista a hacer lo que no quiere.
CANTO QUINTO
De la suprema importancia del sacrificio que significan los votos se deduce que los cristianos no deban tomar con ligereza aquellos que no puedan mantener, lo mismo que aquellas que implican ofertas desmedidas e impendorables, como la de Jefte, quien en la antigüedad ofreció en sacrificio la primera persona que apareciese ante la puerta de su hogar, y la desafortunada fue su hija. Beatriz concluye con una vibrante exhortación a seguir comportamientos más cautos y a seguir de cerca las enseñanzas de la Bliblia y el magisterio de la Iglesia, para no arriesgarse a que los judio se burlen no sin algo de razón llamándolos "ovejas locas".
El paso al cielo di Mercurio se manifiesta con el trasmutar sembiante (transmutar semblante) de Beatriz (v.88). En su rostro cada vez más radiante, el poeta puede notar su propio avance en el camino che que lo lleva a la conquista de la verdad eterna.
CANTO SEXTO
A continuación, cuenta Justiniano, el águila pasó a otros emperadores: de Augusto, quien logró la paz tras años y años de guerra, a Tiberio, bajo cuyo reino murió Jesús para salvar a la humanidad. Por último, la "señal" llegó a Carlomagno, quien se consagró a defenderlo de las amenazas de los lombardos.
CANTO SEPTIMO
La divina bondad, que rechaza de si todo rencor, ardiendo en si misma centellea de tal modo, que hace brotar las bellezas eternas. Lo que procede inmediatamente de ella sin otra cooperación no tiene fin; porque nada hace cambiar su sello una vez impreso. Lo que sin cooperación procede de ella es completamente libre, porque no está sujeto a la influencia de las cosas secundarias; y cuanto más se le asemeja, más le place, pues el amor divino que irradia sobre todo, se manifiesta con mayor brillo en lo que se le parece más. La criatura humana disfruta la ventaja de todos estos dones, pero si le falta uno solo, es preciso que decaiga su nobleza. Solo el pecado es el que le arrebata su libertad y su semejanza con el Sumo Bien; por lo cual refleja muy poco Su luz, y no vuelve a adquirir su dignidad, si no llena de nuevo el vacío que dejó la culpa, expiando sus malos placeres por medio de justas penas. Cuando vuestra naturaleza entera pecó en su germen, se vio despojada de estas dignidades y lanzada del Paraíso, y no hubiera podido recobrarlas (si lo examinas sutilmente) por ningún camino, sin pasar por uno de estos vados: o porque Dios, en su bondad, perdonara el pecado, o porque el hombre por sí mismo redimiera su falta.
CANTO OCTAVO
Ante la duda de Dante sobre como de una buena semilla puedan nacer frutos dañados, Carlos Martel responde evocando la doctrina de los
influjos astrales, mediante los cuales actúa en el mundo terreno la
Providencia. Aunque los astros distribuyan con generosidad virtudes entre las semillas, dependiendo del contexto en el que se desarrollen tendrán variarán sus posibilidades de desarrollarlas. Si se tuviese en cuenta esa necesidad el mundo podría funcionar en orden, dejando por ejemplo de hacer la guerra la
clerecía, y dejarían de gobernar personajes que más parecen apropiados para predicar, como el citado
Roberto I de Nápoles.
CANTO NOVENO
La tercera de las almas encontradas por Dante en este canto es la del trovador y religioso provenzal Fulco de Marsella, quien se convirtió tras la muerte de su amada, se hizo monje cistercense y en los últimos años obispo de Toulouse. En esa posición, se distinguió por su activa participación en la persecución de los cátaros. Su profecía es contra lacuria corrupta de Roma, que solo se preocupa por el dinero, representado por el florín, señalando que forma y propaga la maldita flor / que a ovejas y corderos ha engañado / y en lobo ha convertido a su pastor.1 Según el autor, la clerecía se concentra de hecho en los provechosos estudios de Derecho canónico pero descuidando el de las Sagradas Escrituras. Dios, sin embargo, intervendrá pronto para reversar esa situación y liberar a la ciudad de la negativa influencia. La última alma es la de Raab de Jericó, nombrada por Fulco en su discurso, quien se encuentra allí debido a que según la leyenda protegió a lo enviados por Josué y fue de gran ayuda durante la caída de Tierra Santa.
CANTO DECIMO
Aunque el poeta se encuentra ahora en el
cielo del Sol, sólo advierte el lugar en el que se encuentra como se nota un pensamiento, que pese ya estar vivo en el espíritu sólo paulatinamente se revela a la conciencia. En este cielo se encuentra la "cuarta familia" de
beatos, que son los espíritus sabios, ya célebres en el mundo por la calidad de su doctrina, que consistió en especulaciones
filosóficas,
teológicas o
místicas. Se trata de resplandores que se distinguen esplendor general debido a la calidad de la luz que emiten.
CANTO DECIMO PRIMERO
En cuanto las almas de la rueda gloriosa se han detenido,
santo Tomás se muestra dispuesto a responder a dos dudas del poeta, que por su condición e beato sabe que se han formulado en el poeta:
Tu dudas y deseas que se cierna / mi lengua.../ donde dije "Un camino que enriquece" / y donde que "Jamás surgió segundo". (vv. 22-26). Para resolver la primera invita al poeta a considerar la manera de proceder de la
Providencia, que envió al mundo a dos sabios,
san Francisco y
santo Domingo, para que la comunidad cristiana se renovase y avanzase con seguridad. Como su misión era idéntica, los elogios para uno también lo serán para el otro. Esa es la razón por la que pese a ser discípulo del segundo, Tomás realiza el elogio del santo de
Asís: la renuncia a la herncia paterna, las nupcias místicas con la pobreza, la rápida difusión de la regla, las tres confirmaciones de la aceptación de la obra (entre las que destaca la del papa
Inocencio III, que acababa eliminar a los
cátaros), la prédica en
Egipto, el regreso a
Italia, y su fallecimiento en un espíritu de pobreza y humildad. Si su doctrina no siempre ha sido respetada, lo mismo que por parte de los dominicanos, si se siguen los preceptos originales del santo no es posible desviarse del camino de la virtud.
En el
canto siguiente, el franciscano
san Buenaventura realiza a su vez un elogio de santo Domingo, reflejando los elementos que han caracterizado el discurso de santo Tomás.
* de que trata el decimo canto?
*quien es piccarda donnati?